Las artes marciales son mucho más antiguas de lo que uno podría imaginar. Según la tradición más acreditada, vieron la luz hace 1500 años en el monasterio Shaolin-si en China. Aquí, el monje budista Bodhidharma, nació en la India, enseñaría a sus camaradas los principios del combate sin armas, para que pudieran defenderse de las incursiones enemigas. La base de esta técnica evolucionaría luego hacia el Kung fu, del que más tarde nacería el karate.
Sin embargo, para rastrear los orígenes de las artes marciales tenemos que retroceder mucho más en el tiempo, hasta hace 5000 años. No en China, sino en Oriente Medio. Más precisamente en Mesopotamia, donde se encontró una estatua de bronce y un bajo relieve que representaba a hombres en posturas de lucha típicas de las artes marciales.
Desde mesopotamia, llegarían luego a la India, a través del Ejército de Alejandro Magno. Desde aquí, se extenderían a China y luego a todo Oriente, especialmente a Japón entre los guerreros y las clases sociales más altas.
Posteriormente coma las artes marciales orientales se extendieron por todo el mundo, articulándose en cientos de disciplinas diferentes com a cada uno con sus propias reglas y técnicas de lucha.
Peter Paul Huayta Robles