Perú es una tierra de hallazgos misteriosos y fascinantes. Como las famosas Líneas de Nazca, que datan en una época entre el 200 a.c. y 600 d.c., que representan enormes figuras de animales en una área de aproximadamente 500 km².
Sin embargo, no todo el mundo conoce las piedras de Ica, un pueblo no muy lejos de Nazca. Son más de 15,000 piedras de andesita de diversas formas y tamaños que esconden un secreto: representan a los nativos con objetos de tecnología moderna y con animales que se distinguieron millones de años antes. ¿Cómo es posible semejante anacronismo?.
Estas piedras tienen un solo coleccionista: el Doctor Javier Cabrera Darquea, aficionado a los artefactos históricos y fascinado por su misteriosa historia. Después de recibir la primera piedra como regalo de un agricultor peruano en 1966, amplió su colección para convertirse en un verdadero museo.
Según algunos científicos, las piedras datan de hace 12,000 años. Estos datos se obtienen del Estado de oxidación de la andesita, una roca típica de los Andes. ¿Las poblaciones que han grabado estos dibujos tuvieron presagios del futuro o contactos con un pasado ancestral?. ¿Cómo explicar la imagen de hombres montados en un dinosaurio y observando el cielo con un telescopio, la representación de una cirugía a corazón abierto o las figuras de animales extraños y continentes desconocidos?.
Por muy atractivo que sea el misterio, las representaciones son, sin embargo, falsas. Fabricado en el siglo XX para revender en el mercado de artefactos o como recuerdo para los turistas. Como se ha demostrado, los bordes de los grabados son demasiados afilados para ser antiguos, no hay erosión e incluso han surgido rastros de pintura moderna y papel de lija.
Aunque es una estafa, ¡Las piedras de Ica han levantado mucho revuelo!. Han logrado movilizar a numerosos científicos, han encendido la imaginación de muchos espectadores, les han hecho fantasear con un mundo misterioso e imposible. Después de todo, el falsificador que los grabó era hábil. No tanto por la calidad del trabajo, sino porque supo asombrar, dando en un punto que siempre ha sido débil el ser humano: su curiosidad, su insaciable sed de conocimiento.
Peter Paul Huayta Robles